Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia y si desde luego coincides, que mal te veo.
Érase que se era, un espécimen engendrado por el mismo Dios en un momento de verde descomposición. Cayó desde lo más alto, de una forma poco grácil, pues sus doscientos quilos en pistoleras, ganaban a sus ciento cincuenta en grasa no biodegradable (de donde salen los moldes para las piezas de Lego?)
Como les suele pasar a este tipo de brujas, lleva el pelo teñido, ya que es ahí donde una bruja guarda sus malas intenciones, cada pelo es un hechizo por eso se los tapan, con tintes que casualmente, coinciden bastante con el de las pijas quiero y no puedo. Es una mezcla entre cobre – rubio – negro y que se yo. Y lo llevan muy largo para poder limpiarse sus partes traseras sin necesidad de esfuerzo alguno, de ahí que las puntas sean más oscuras o verdes si han comido verduras
Suelen tener los ojos hundidos y muy juntos porque están acostumbradas a estudiar mucho y en libros muy estrechitos de habitaciones muy pequeñitas.. pócimas, hechizos, males de ojo. La nariz es un puente hacia Terabithia.
Pero lo peor de todo son los dientes, negros, raros y separados. Negros porque ya se sabe.... el éxtasis es lo que tiene, y el no lavárselos también. Raros porque si no no serían de ella y separados porque los utiliza para rallar el pan.
Y se podría seguir describiendo a este inteligente (porque es de las que leen) engendro de la naturaleza pero por hoy ya es suficiente ya que tengo cosas más importantes que hacer.
El secreto de la boticaria - Sarah Penner
Hace 1 mes
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