Hoy he ido a la playa y he visto a un niño que llevaba una burbuja flotadora, y me he acordado de que cuando era pequeña fue una de las cosas que siempre deseé tener pero nunca tuve. Me compraron flotadores, de los redondos para la cintura y de los que se ponían en los bracitos, pero nunca me quisieron comprar una burbuja.
No sé por qué yo tenía fijación con ese objeto, porque debe ser incómodo llevar un huevo atado a la cintura (en esto los hombres tienen más experiencia, claro). Será que me gustaba la forma de cápsula que tenía y el color rosa, y pensaba que con ella podría salir disparada como un cohete.
Y con esto empiezo una etiqueta nueva, la de Deseos , los que hemos tenido o que aún tenemos, y que también puede incluir cosas que no flotan... o personas que nos hacen flotar. (como David Hasselhof)
2 comentarios:
Ooooh que bonito!! me dan ganas de abrazarlo, esas manitas...No entiendo porque no tuviste uno..pero me lo apunto
Mi deseo eterno desde que veía la serie Tom Sawyer es el tener una cabañita en un árbol. Subirme a ella cada día y navegar por internet desde allí arriba, escuchar música y soñar... y sé que no es imposible ni un deseo único. Hace unos años una compañera de trabajo me dijo que su jefe en San Diego tenía una en el jardín de su casa...
Antonieta (la anónima que aún no sabe darse de alta en este blog)
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