Trasero fantasma

Hace poco Escarlata ponía a Dios por testigo con sangre O’hara por las venas, que nunca volvería a saber lo que era hambre por las llagas que le habían salido en la lengua.

Parece ser que el Club está haciéndose viejo y estamos un poco para el arrastre, mentalmente todas y físicamente un alto porcentaje.

Ahora me toca a mí llamar a Dios como testigo de que en cuanto mi rabadilla vuelva a la normalidad me pienso sentar en todos los bancos que encuentre por el camino, pienso ir a casa de un Noruego y botar sin parar en una de sus camas elásticas (véase el artículo), y pienso limpiarme el culo con mucho más ahínco que normalmente.

Esta parte malograda viene de un accidente que tuve ayer de moto, por suerte no paso nada, pero por los hechos y la resolución del mismo ahora que repaso mentalmente lo sucedido, es inaudita, estoy segura de que un corrillo de ángeles me cogieron en volandas tanto a mí como a la moto y …eso sí, cuando se dieron cuenta de que esa no era su misión me soltaron de golpe yendo a aterrizar de forma brusca con la hucha contra el pavimento. No es nada agradable que me enchufaran rápidamente una bolsa de hielo en mis partes y tampoco lo fue el hecho de llevar en ese momento las peores bragas del mundo (aunque las más cómodas ) porque ese día iba con jersey largo y no se me iban a ver y lo que es peor aún… mis calcetines rosas de la suerte.

El caso es que aquí me veo, con una esterilla eléctrica y muy poco meneo.

Y como siempre hay que mirar el lado bueno…por fin me he podido pasear y actualizar los blogs…que ya tocaba y además estoy viendo mogollón de capítulos de Star Trek!

Os dejo con un vídeo en el que se ve claramente la expresión que puse cuando me pusieron la inyección de Nolotil…allí donde acaba la espalda

Este animalillo se llama “Tarsero fantasma” o en mi caso “Trasero fantasma”