
Hace poco que hemos vuelto a comprar huevos de gallinas felices. Las gallinas felices, como sabréis, son aquellas que viven libres en los campos y se dedican a disfrutar de su tiempo y a poner huevos. En una reciente conversación con Naida, que se quedó intrigada con este tema, me dijo que los huevos llevan un número grabado, y el primero indica el grado de felicidad de las gallinas, que va del 0 al 3.
Al decirme esto yo dudé, porque no creo que el granjero reúna a las gallinas para hacerles una encuesta antes de recoger sus huevos.
Pero si así fuera, me las imagino con gafas redondas, sentadas con las patas colgando y escribiendo con pluma, naturalmente, valorando del 0 al 3 su grado de felicidad acorde a lo siguiente:
0 – Son huevos de gallinas que están en libertad y se alimentan en el campo
1 – Son huevos de gallinas camperas, que se crían en el suelo en granjas y tienen libre acceso a zonas de campo, y por lo tanto les da el sol.
2 – Son huevos de gallinas que andan por el suelo de una granja, pero que nunca salen al exterior y son menos felices.
3 – Son huevos de gallinas que se crían en jaulas, siempre en el interior, nunca andan, nunca ven el sol.
También nos surgía la duda de por qué unos huevos son blancos y otros amarillos…
Y otra duda que me surge es: si a una gallina le dan a elegir, ¿preferiría poner un huevo de pollito, un huevo de huevo frito o un huevo Kinder?
¿Se siente una gallina menos realizada sabiendo que su huevo no pasará a la posteridad como gallo o gallina, sino que será estrellado contra una sartén o hervido en un cazo?
A mí se me dan a elegir prefiero ser una gallina cero, correr en libertad comiendo grano, sin más preocupación que cacarear y despertarme por las mañanas con el canto del gallo, que me regalará sus huevos Kinder.