Cronicas de un viaje a la France (parte 8 y última)

Día 8. Saintes - Saint Emilion - Agen (y al día siguiente Gavà)

Dejamos la bohemia habitación para irnos directos a Saint Emilion. Había visto googleando que este pueblo era bonito pero no tiene nada que ver con las fotos que pudimos encontrar, era mil veces mejor, y aquí sí que había calles empinadas, tanto que la gente cuando iba cuesta abajo se tenía que agarrar a una baranda que había para no esmoñarse contra el suelo lleno de piedras redondas y resbaladizas (estaba lloviendo). Lo bueno era que en esos desniveles, aquí y allá había restaurantes, a cada cual más bonito. Es un pueblo vinícola, por todas partes vendían vino y también parras en maceta. Estuvo a punto de darme la paranoia de querer montar una viña en el balcón pero Mauli no estuvo de acuerdo y como me miró con esa cara de pena...como diciéndome yo quiero un sitio para mí, no quiero compartirlo, no me quedó más remedio que hacerle caso, él había llegado primero.




















Después de casi dejarme los piños varias veces y entrar en todas las tiendas que no fuesen de vinos, nos sentamos a comer en el único restaurante donde ví que había mejillones. Oooh que buenos!!!!!!! Y por fin Rafa pudo probar también la Omelette (que no deja de ser una tortilla de francesa de las normales pero rellena), claro, igual que los mejillones que no dejan de ser lo que son. Pero yo sabía que en mi plato había más comida que en el suyo, así que no había de que preocuparse. Mauli estuvo sentado con nosotros a la mesa pero estaba desganado, el tema de las parras le había quitado el apetito. Después fuimos a dar otra vuelta por la parte de arriba, entramos en la iglesia donde pedían un donativo de "entre 5 y 10 euros" ahí es ná.











Y ya nos fuimos para Agen, con la convicción de que el viaje se acaba allí ya que en Agen sólo estaba el hotel porque el pueblo en sí...madre mía...se nos ocurrió dar una vuelta por la tarde noche y no se....parecía un barrio un tanto peligroso...

En fin...que dejamos preparada la maleta y nuestra desazón la envolvimos también...esa parte de las vacaciones ya se acababan y habían sido geniales, si bien es cierto que la ausencia de Escarlata se ha hecho notar muchísimo, ya que el contraste entre los sentimientos del verano pasado y éste han sido bastante dolorosos...se que forma parte del día a día y de algo que espero en algún momento se calme un poco más, hay que aceptar y seguir caminando, no queda otra.

Al día siguiente y tras haber reposado la cabeza en una almohada de ensueño...partimos rumbo a Gavà, nos esperaban 5 horas de camino....

Llegada a Gavà. Murphys (mi gato), se ha convertido en vaca, la barriga que echó en sus vacacaciones hizo que las manchas negras se le hayan estirado hacia abajo. Además, según Maria Luján que pasó a hacerle compañía (mil gracias) le pilló haciendo fiesta con todos los gatos del barrio, aquí queda una conversación pendiente, por el momento ya no le dejamos consumir alcohol.

Segundo día en Gavà. Visitas varias a familiares y amigos, como a los padres de Escarlata (familiares y amigos) que me estuvieron llamando a Francia día sí día no para que les devolviera el Tom Tom

Tercer día en Gavà. Empieza la paranoia - quiero una terraza zen para Mauli - Visita express al Leroy Merlin, pasa Visa, suelo de madera, pintura y piedras blancas compradas.

Cuarto día en Gavà. Paronoia II - Quiero 3 cactus, falta madera para el suelo y dos plantas exóticas para los maceteros. Yo limpio tú haces la terraza.

Quinto día en Gavà. La terraza está echa, Mauli ya es feliz, Murphys sigue absorto y nosotros hacemos las maletas porque nos vamos rumbo a Granada..."callejeros viajeros"....