Cronicas de un viaje a la France (parte 4)

Dia 4. Chatellerault - Blois

Blois!!! oh la la!! que bonito!!! Aquí teníamos muchas ganas de llegar, sobretodo yo, ya que es aquí donde está la Mansión de la magia del excelentísimo Sr. Houdini. Si bien es cierto que el Castillo de Blois que estaba enfrente era impresionante (para quien le guste), todo mi atención y toda mi prisa, era para la Mansión porque he de decir que en cuanto ví la fachada salí corriendo por si no me la podía acabar en todo un día (bendita ilusión la que conservo aún), aunque no iba del todo desencaminada ya que cerraba a las 12 h para poder abrir otra vez a las 14 h (tienen unos horarios muy extraños). En fin, en cuanto entré retrocedí en el tiempo, como si tuviese 8 años y descubriera de nuevo los trucos de magia y los juegos....














...además tuvimos la suerte de que hacían una representación de Alicia en el Pais de las Maravillas que fué espectacular. Me quito el sombrero, porque en mediA hora y prácticamente solo con gestos desarrollaron el cuento, con su final, que fue muy triste, la despedida entre el gato y Alicia y a mí me partió el corazón porque reflejaron muy fielmente la amistad y la crueldad de la separación, y ahora, lo entiendo más que nunca...

Pero había que sobreponerse e intentar ser fuerte...así que como nos cerraron nos fuimos a comer justo enfrente para poder admirar las cabezas de unos dragones que salían cada rato de los balcones de la mansión aullando. Los niños quedaban hipnotizados cada vez que esto sucedía y yo con ellos...

Estuvimos dando una vuelta por sus increíbles calles, pequeñas, empinadas, antiguas...haciendo pruebas de fotos con unas escaleras que había porque queremos una para el cabecero de la cama y luego volvimos a la Mansión y bueno...yo se de alguien que aún se está riendo por lo mal que lo pasé en el último piso. Había una parte que se llama Alucinarium y que se trataba de un pasillo oscuro donde te ponían unas gafas de espejo que reflejaban lo que había en el techo. Te decían (en francés y me costó un huevo pillarlo) que te agarraras a una barandilla que tenías a la derecha y que caminaras..bien, estábamos los dos solos y no había más remedio que o ser la primera o quedarme detrás, así que por unos instantes me quedé paralizada y no era capaz de andar porque empecé yo el recorrido, me dió auténtico pavor (y eso que es para niños) porque parecía que estabas caminando por el fondo del mar, con sus típicos tiburones que te iban directos a la cara, estalactitas puntiagudas que amenazaban con clavarse...así que me pasé al puesto de atrás y me pasé todo el recorrido con ¿estás ahí verdad? ehh no te vayas... He de decir que el recorrido tenía escasos 15 metros y que el Sr de la entrada lo estaría oyendo todo y moviendo la cabeza inquieto ante tanta tontería... Aunque de eso se trataba no? de alucinar...objetivo cumplido entonces.

Fuimos al hotel, dejamos las cosas y oh la la (de nuevo) una Maison du Monde al ladito!!! Esta tienda me encanta, tienes cosas de casa super bonitas y allí que me fuí de cabeza...El soponcio de Rafa que se había ido a una farmacia mientras, fue importante cuando vió todo lo que llevaba en las manos, tuve que dejar la mitad porque al final la razón se impuso al impulso pero algo me llevé...un cartel como de cervecería antigua para nuestra cocina.

Y de nuevo al centro de Blois a recorrer la parte antigua para acabar cenando en un japones ¡?¿¿¿?¿?¿¡ sí, así es, es la abstinencia que se le va a hacer...el mejor salmón crudo que hemos probado :)

Coche y manta, duchas compartidas que se desinfectan solas, lectura, pachorra y zzz zzzz zzzz