Dia 7. Thouars - Parthenay - Saintes (ya está acabando este viaje, no os preocupéis)
A última hora de la noche y escribiendo desde la cama rosa, decidimos hacer un cambio de rumbo para ver un pueblo que fuera un poco más bonito del que teníamos previsto en ruta (y es que ya, a estas alturas estábamos muy bien acostumbrados). Y cambiamos Brouage por Parthenay, este sería el típico pueblo chiquitito de los cuentos chiquititos para niños pequeñitos, todo era muy pequeño, no había nadie y arriba de todo, para mi pesar había un estupendo campo de hierba para espachurrarme a leer, dado el esfuerzo de la cuesta. Tardamos en recorrerlo muy poco pero también tenía su encanto, aunque para nuestro gusto le faltaba un poco de vida.
De allí nos fuimos a Saintes, pueblo sorpresa, tanto por la Sra del hotel como por el nivelazo de las tiendas, los pubs y los restaurantes.
A diferencia de todos los demás hoteles, éste estaba en el pueblo mismo y la primera sorpresa cuando entramos y no había nadie en la recepción. Pero había un timbre..de esos antiguos...que me llamaba....uffff como me llamaba. Al final no pude resistirme y piqué.
Ding!!! (seco e imperativo)
Y una mezcla de entre duende y muñeco de caja de sorpresas con forma de mujer achispada, apareció por nuestras espaldas. Juraría que no caminaba sino que botaba como si sus zapatillas afelpadas tuvieses muelles. Con una sonrisa de esas que nunca decaen nos empezó a hablar como si nos conociese de toda la vida y lo peor, como si supiésemos francés...
Más o menos las palabras que salieron más claras de toda la conversación fueron: Barcelona, Messi, oh la la, y tres bien ( o trevian pronunciado). Ya está. Nos dió la llave y nos fuimos a la habitación. Que habitación!!!! A ver si os la podéis imaginar con lo que os voy a contar....
Paris. Otoño.Desesgaño amoroso desgarrador. Oficio, escritor.Hombre de levita, chistera y camisa blanca abierta. Un bastón. Cojea. Se hospeda en un hostal. Su habitación es su nuevo mundo. Dos o tres perchas para colgar lo poco que se pudo llevar cuando ella le echó de casa. Un lavamanos de esos antiguos donde acicalarse aunque no haya ganas. Colcha de flores. Las paredes un poco desconchadas por arriba, como su alma...En el alféizar de la ventana de madera blanca con portones, dos plantas que le miran apenados, la luz del sol filtrándose por las ventanas...
Pues así era, una habitación bohemia...si no hubiese sido por la almohada, perfecto. Porque claro cuando la funda de la almohada es la misma sábana bajera la cosa tiene guasa, porque a medianoche que es cuando sale tu alma más egoísta y te intentas llevar la almohada para tu sitio es imposible...porque a la que estiras se te estira el pijama también (para que os hagais una idea)...y acabas haciendo como el Pepe Viyuela con las sillas, pero con una almohada-sábana...realmente estresante.
Pero bien, eso fué lo único, la amabilidad extrema de la mujer hizo que nos sintiésemos como en casa.
Salimos a pasear por el centro pensando en que no veríamos mucha cosa. Eran las 18:20 h y cuando me ví la cantidad de tiendas que había me entró un frenesí exacerbante porque no podría llegar a verlas todas. Nunca un sitio pareció tan pequeño y luego fué tan enormemente grande...
Y ahí sí... ahí sí que cenamos bien. El pato yo caracoles...seis, no más, pero al fin y al cabo, caracoles. Una pasta que nos dejamos, sí, pero los caracoles eran de diseño porque venían dentro de una sartén huevera.
Nos volvimos al hotel pero como no podíamos dormir, ese aire tan bohemio al que no estábamos acostumbrados, pusimos rumbo de nuevo, él para hacer fotos, yo para escribir....y todo eso lo hicimos entre medio de unos pubs de diseño que no pegaban para nada con todo lo demás...pero Saintes, es así...
Nos quedaba ya nada para acabar el viaje, y tal vez fuese un poco de tristeza lo que hizo que nos durmieramos a las tantas...
El secreto de la boticaria - Sarah Penner
Hace 1 mes
1 comentarios:
Qué feliz estoy de leerteeeeeeeeeeeeee!!!!!!
Estoy realmente feliz de verte ahí en la foto y enseguida he pensado: "Sí, señora, eso sí que son vacaciones y saber desconectar".
¿¿Hay alguna foto de la señora del hostal?? :))
Me encanta tu descripción de la habitación; si empezaras así cualquier novela yo me engancharía a ella enseguida!!( Lo dejo caer...)
Pobre del otro en el momentito almohada!!! :P
Un besito muy MUY feliz de leerte y por todo lo que me llega de ti!!
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