2 de diciembre de 2008

El incómodo sentimiento de la impotencia

No me refiero a la impotencia masculina, no, no tiene nada que ver con esto. Me refiero al sentimiento de impotencia sobre las situaciones de algunas personas que te gustaría arreglar y no puedes. Personas que sabes que se merecen todo lo bueno, porque lo han demostrado mil o un millón de veces y es bien sabido que esta particular raza escasea en la actualidad. Aquí si que me permito ser juez puesto que las buenas acciones están más que clasificadas, se sienten y te hacen crecer. Y todo aquello que te haya hecho ganar en colores y no te los haya quitado en un egoísta intento, es de agradecer.

Puedes entrar un lunes con una nariz de payaso dando mil vueltas alrededor de un amigo que lo necesita, puedes el martes llenar un camión de galletas de la suerte con mensajes esperanzadores, puedes el miércoles tomarte un café y escuchar simplemente (todo un don), o el jueves lanzarte en un avión con una pancarta que diga “Sigue caminando”, acabar el viernes con un bienintencionado prost y tejer durante el fin de semana un mundo imaginario para que se pasee, pero a veces, la intención no basta

Y otras veces, este amigo no coge tu ayuda, no porque no quiera sino porque tiene una historia propia y no tiene energía para llegar al final de su propio libro.

Y todo lo demás viene cuando no puedes hacer nada, simplemente mantenerte ahí, escuchando...

Yo seguiré pensando lo mismo mientras cruzo los dedos bien fuerte y no pierdo la esperanza, que a veces no se distingue porque deja de ser verde, pero que siempre existe, ya que como siempre he dicho y diré nada para, todo se mueve, y en algún momento el mundo dará la vuelta, pero caeremos de pie

P.D. Eso sí, si consigues hacerle reir con algo no pares de hacerlo

5 comentarios:

momo dijo...

Una de las cosas más importantes en este puñetero mundo es saber que cuando lo necesitas.. ahí está ese amigo para agarrarte la mano y tirar de ti.

Escarlata dijo...

Qué bonito! Mientras tengas cerca un amig de verdad, para todo hay esperanza...

Turuleta dijo...

Si, me ha emocionado, es muy bonito!

Naret dijo...

Son momentos malos que todos pasamos...y quizás en alguno tu te sientas frustrada de no poder ayudarlos (aunque si lo estás haciendo, pero no eres consciente de ello) tan solo tu preocupación sincera por ellos y el querer estar a su lado y escucharlos, darles tu mano...eso no es una ayuda, es un regalo.

A lo mejor ellos se frustran un dia por no poder ayudarte...pero piensalo...de verdad crees que no lo estarían haciendo?
Ellos saben que estás ahi...al iwal q tu sabes q ellos estarán.

Un besazo!

Sònia... no tan fiera... dijo...

Bueno, yo no me quejo... acabé la semana tocada y la empecé de la misma manera, enseguida empecé a maquinar cómo ayudar a mi amiga y lo puse en marcha y hoy hemos conseguido unas cuantas sonrisas suyas y que se sienta ligeramente mejor... a veces sólo necesitas eso.

EScuchar es una de las cosas más importantes y que requiere feedack: yo te escucho y te doy un tiempo de tregua, pero después escucha lo que te digo yo a tí...

Aichhh

Cómo están las cosas..

Un besazo!