Querida hija, tú que has sido un espíritu libre como dice tu querido Jörg, sabrás que estás en la montaña más alta que el horizonte y tienes buena vista, estás con la querida familia en Alemania, estás en nuestros corazones, y en cada rincón de casa, también se que como espíritu libre, el mar sin ti y tú sin el mar no podéis estar mucho tiempo separados, ahora estáis juntos y unidos hasta la eternidad, y mando mis sentimientos al inmenso océano virtual.
Recuerdo nuestras conversaciones sobre el más allá por la experiencia que pasé en un tiempo malo de salud, que estuve en el umbral de la muerte, yo te decía que algo se va de nuestro cuerpo, que uno es consciente de lo que pasa, y sólo vuelves si no te ha tocado el momento, tú me decías que eso es imposible, yo ahora te digo, déjame soñar que pueda ser realidad, tengo fe, no en ninguna religión, la tengo en la naturaleza que nos trae y nos lleva si nosotros saber el ¿por, y para qué?, estoy en un mar de dudas, que dentro de esa esperanza la odio con todas mis fuerzas por haberte llevado de nuestro lado dejándonos los corazones rotos y sin fuerzas en el alma, te echamos tanto…tanto de menos, y si algunos hay que me digan que esa esperanza es imposible, les diré como a ti, dejadme soñar, no hago mal a nadie y sólo al final de mis días la naturaleza me sacará de dudas.
Hoy día cuatro, tres meses. Es tan dolorosa tu ausencia,
Ay, qué pena no verte,
Qué pena el vivir sin ti
Deseo fervientemente,
Después de mi muerte,
Ay, encontrarte al fin
4 comentarios:
Yo desde lo de las Estrellas de Navidad estoy totalmente convencida de que la volveré a ver y que nos volveremos a reir como locas, estoy segura.
La esperanza nunca se pierde, NUNCA. Y su estimada hija, mi querida amiga, defendía este principio. Revisando sus escritos en este blog, referenció la siguiente cita: "prefiero la fuerza de algunos ciegos a la tristeza de los resignados". Estoy segura que algún día sabremos por qué se ha ido tan pronto a pesar de que no paramos de preguntarnos ¿por qué no se han ido las malas personas,las lacras de la sociedad o los perros verdes????
Sólo se muere, realmente, cuando nadie nos recuerda y eso no ocurrirá con Escarlata.
Por lo tanto, qué más da lo que digan o piensen los demás, no hay que dejar de recordarla, hablarle, sabiendo que está ahí en los buenos momentos y en los momentos de bajón.
Yo soy de las personas que piensan que no se acaba todo cuando alguien deja de estar en este mundo físicamente. Quizás soy muy ingenua, pero estoy convencida que sí, y de hecho también creo que las estrellas de navidad son una señal. Sé que nos vamos a volver a ver, estoy convencida de ello, y Laura también lo sabe.Te echo de menos amiga
Un beso
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