Brff estoy escribiendo esto emocionada por lo que ha sido el día.
Hoy teníamos visita a la Alhambra, desde que cogí las entradas a las 15 h, me llamaron loca, aunque no llevara los ojos pintados de azul. Por suerte, el tiempo y los aparcamientos nos acompañan en este viaje y después de ir a desayunar otra media de tomate con café con leche, nos fuimos a casa de mi hermana a descargar todas las fotos, que aunque parezca mentira y la tarjeta de la cámara tenga capacidad para albergar ochocientas mil fotos, nos están faltando. Eso, luego sesión de vídeos a cual más chorra (yo, siento decirlo Santaquilla, volví a ver ese que puse un día del susto que se llevaba un niño cuando le asustaban por el ordenador, pero es que...no se que tiene ese vídeo que es que me muero de la risa), comimos una ensalada, la mejor de mi vida creo, pescado rebozado y sandía...el tiempo pasa rápido cuando estás bien y con la tontería nos dieron las 14 h (hora en la que habíamos quedado con Mario, el novio de Annia), tuvimos que correr a ducharnos, lavar los platos, etc y salimos volando temiendo dejarnos algo por el camino.
Bajo una solanera nada desdeñable entramos en la Alhambra. Primero a los palacios Nazaríes (y perdón por la expresión pero eso es para mear y no echar gota, no me extraña que sea o fuese una de las siete maravillas del mundo), y luego por los alrededores para acabar en los Jardines del Jeneralife...he de decir que aquí ya estábamos muertos pero desde luego podía haber sido un día mucho más caluroso (parece ser) así que no me quejo para nada. Fotos y más fotos y más fotos y más fotos.
Volvimos a casa de nuevo para hacer unas gestiones (uf que bien hablá), nos fuimos a tomar unas tapas (esto es el paraíso) y corriendo para los Baños Árabes.
Buffffff, desde luego...y sin duda, he nacido para eso. No se si reformar de nuevo el piso y transformarlo de arriba a abajo en un baño árabe. Nos metimos en el agua congelada, después de mucha fuerza interior, en la caliente (menudo soponcio) y en la templada, donde estuve flotando como una estrella de mar mientras disfrutaba de la música y de su techo de cálidas estrellas. Y nos sirvieron té, el mejor del mundo!!!!! Que sí, que yo he nacido para esto...
Luego nosotros nos fuimos por la calle de las Teterías porque no me puedo ir de Granada sin parar para tomar un té y disfrutar del ambiente y ellos se fueron a dar una vuelta. Cayó un té de miel con almendras y una granadino junto a dos creps...repito, esto es el paraiso. Corría el aire, por aquí y por allá se escuchaban canciones árabes, no hacía nada de calor, el cuerpo se hormigueaba de arriba a abajo después de los baños...jooooo que noche más bonita.
Un rato más tarde, nos metimos en la habitación de Annia para hacer letras con una linterna y con la cámara de fotos (sobre esto tengo que hacer un sólo post), nos meábamos de risa y la niña..joer con la niña...tiene una traza para eso de escribir con linterna, cosa mala (jijiji ya se me pegan la forma de hablar o de escribir en este caso).
Desde luego...una de las siete maravillas debería ser la Annia!!
El secreto de la boticaria - Sarah Penner
Hace 1 mes
4 comentarios:
Te estás haciendo mayoooor...
La Annia de "niña" ya no debe de tener nada, una mujer hecha y derecha que sabe cómo disfrutar de Granada, parece ser .. ;)
Tengo ganas de ver esas fotos, qué bonito, eh? Y las tapas de Granada, qué buenas, ya las podrían hacer aquí también!
me alegro un monton de que estes disfrutando tanto!!!! Tomate un te a mi salud!!!!
Besos wapa y sigue "granadeando"!!!!
oichhhh.. lo que se echa de menos un baño turco/romano en el Cairo.. ya sería la perfección!!! Yo los de GRanada no los conozco, sólo los de Córdoba.. mmmm apuntado!!!
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