Brfff como te echo de menos

El título empieza con brfff porque se que te hacía mucha gracia que lo pusiera en los mails (raro, raro, pero ahí siempre estará)

Estoy hasta las narices, han pasado cuanto...ocho meses y pico? yo lo siento niña, pero...hay veces en que yo no puedo ser tan fuerte.

De verdad, he estado haciendo de todo lo inimaginable para seguir en pie con una sonrisa, pero a veces, necesito caer, espachurrarme, llorarte, porque no se si lo sabes pero...es que no paro de necesitarte. Y te escribo esto, un poco en plan alehop pero es que no quiero que me leas triste...

De todo lo que me va pasando tú ya lo sabes pero necesitaría decírtelo tomando una cerveza, previo eterno prost...

A veces me viene a la cabeza un "No puede ser" y tengo tanto miedo de sacarlo hacia afuera que trago y trago y de repente todo se me desmonta...y pienso si merece la pena seguirme llenando de proyectos extraños que nunca llevo a cabo, porque últimamente soy el típico lema de "mucho ruido y pocas nueces".

Soy incapaz de escribir, supongo que lo has notado. Soy incapaz de acabar el libro. Soy muy capaz de todo y muy capaz de nada, como lo uno quita a lo otro el resultado es un cero patatero.

Por mucho que oiga canales de psicología, por mucho que haya conseguido levantarme cada día a las 6 para meditar, por mucho que me apoye en las personas que me quieren, por mucho momento camerino Zaghareet de cava y flores y por mucha pared que me deje Maria Luján para quitar el estucado, que es similar al zen y si no deberíais probarlo...por mucho que yo me llene de cosas raras, incongruentes, felices, momentos pastelito...conversaciones entre susurros, se que en el fondo lo único que estoy haciendo es seguir queriendo estar en pie y seguir sentándome encima de esa caja que está llena de dolor y quiere explotar, espero que la fuerza sirva para algo.

Y ya se que es la típica frase pero..."que voy a hacer yo sin tí?"

Hace un momento me venía acordando de los dos momentos lavabo alemán, donde ciertos aires internos que no eran nuestras nos llevaron a una confusión de tres pares y de ahí a no parar de reirnos (como siempre) durante un buen rato, pero acordarse y reirse es un arma de doble filo tanto corta por un lado que corta por otro cuando quieres agarrarla bien fuerte.

Pero no me queda más remedio que seguir caminando... vaya tela...