Un momento feliz

Hoy, he tenido un momento, raro...pero..feliz. Hoy ha sido la primera vez que se me han pasado dos trenes leyendo un libro...como queriendo decirme algo...y me lo han dicho.

A veces me da la impresión de que están ocurriéndome cosas que me llevan hacía algún tipo de camino que creo, es bueno.

El libro, "El primer día" de Marc Levy. El último pasaje que he podido leer antes de llegar a casa reza así:

"Perder a alguien que uno ha amado es terrible, pero lo peor sería no haberlo encontrado"

Y de repente, salgo del autobús (que he cogido después del tren) y miro al cielo y lo veo todo lleno de trozos azules que me recuerdan a un momento en Laponia, en medio del bosque, donde Laura y yo estábamos solas mirando una gran luna y oyendo el frus frus de nuestros pies caminando por la nieve y diciéndonos que ese momento era increíble.

Y he dado las gracias porque mi corazón se ha calmado y seguidamente le he hablado, no al cielo, ni he hablado sola, sino a mi interior, haciéndola revivir una vez más y explicándole que en cuanto llegase a casa escribiría todo esto en nuestro blog y que además, para que viera que yo sigo siendo la misma de siempre aunque esté un tanto rota, iba a ponerme a hacer meditación y que además por fin había decidido firmemente llevar mi ropa a una lavandería, como en las pelis...y que mientras se lavase yo me tomaría algo, tendida al sol, en la terraza de al lado.

Y por dentro he sonreído o...ha sonreído y ...me he sentido con ella, muy cerca.

Y ahora...me voy a meditar....