29 de octubre de 2010


Ahora que se ha vuelto a desbordar el vaso y tengo que volcar para seguir soportando tu ausencia, te quiero dar las gracias, por si, ves a saber, puedes leer esto porque tienes Internet allí donde estés.


Gracias porque hace mucho años me cambiaron de pupitre y coincidí contigo, te tenía enfrente, aún tengo en mi recuerdo el olor a las batas del cole, de la goma Milán, el sol que entraba por la ventana, la clase, el calor de los radiadores y el tacto del laminado del pupitre, y de tí que ibas con tu coleta bien apretada y ese rizo a lo Superman en medio de la frente. No recuerdo cuales fueron las palabras exactamente pero algo nos dijimos que nos hizo reir como locas y a partir de ese momento todo cambió, yo fuí feliz y me hice como soy ahora, aunque el tiempo se me haya parado y me sienta como una acelga.


Gracias porque supiste perdonar una temporada de ausencia cuando yo no fuí yo.


Gracias porque compartiste conmigo galletas mágicas para atravesar paredes, películas de miedo, confesiones, cartas, pitufos, excursiones, cajas de broma, cajas del futuro y sobretodo...


Gracias porque quisiste empezar conmigo un libro, que ahora, echa de menos tus historias y que yo, cuando esté un poco mejor, me encargaré de acabarlo. Libro que si no se publica casi mejor porque recuerdo que soñábamos con pasearnos por la alfombra roja en la entrega de los Oscar para ir a recoger un premio de una película basada en nuestro libro. Saludábamos a todos como lo hace el Rey y luego nos íbamos a celebrarlo en una limousine, y si tú no estás para mí esto ya no significa nada.


Y gracias por decirme, no hace mucho, que era la persona con más imaginación del mundo.


Ahora toda esta imaginación me juega malas pasada, pero haré todo lo posible para que esto cambie.


Que lo sepas, te echo muchísimo de menos y no dejaré de hacerlo nunca

3 comentarios:

Mª Trinidad Vilchez dijo...

OS DESEO MUCHA SALUD, Y MUCHOS ÁNIMOS.
UN CORDIAL SALUDO.
MARI TRINI.

Chayo dijo...

Seguro que está a tu ladito sonriendo...

Un abracito muy gordo!!

Mª Trinidad Vilchez dijo...

Quien hemos pasado con situaciones similares, estamos muy sensibles a lo que a otras personas les ha ocurrido, yo soy creyente y nada beata...pero rezo todos los días por todo el mundo, que sea mejor y más humano...y al Papa que se quede en el Vaticano y todo ese dinero se lo dé a los niños que se mueren de hambre...
Un Abrazo y muchos ánimos.
Mari Trini.