Burbujas de jabón

No me gusta nada poner una entrada del blog tan seguida después de otra, pero si no lo hago hoy quizás mañana no sea capaz de escribir lo mismo.Hoy he estado especialmente mística y con un poco de ida de olla tintorera-ramera, me suele pasar cuando estoy nerviosa.

Y estaba pensando que me siento una burbuja, como si llevara mucho tiempo flotando sobre el paisaje, mirándolo todo desde arriba, sin dejar que nada malo me afecte. Me podría haber blindado de acero y volverme impenetrable, o podría explotar a cada pocos metros si me pongo a pensar lo frágil que soy, pero no, me mantengo en el aire, como una burbuja de jabón que alguien sopló a través de un aro.

A veces vuelo muy bajo, pero por suerte están las hadas y los duendes que no me dejan tocar el suelo, y soplan para que vuelva a elevarme; sigo empujada por el viento, sin tener un destino claro, pero viendo el mundo a través de una nebulosa de colores.
Como en un caleidoscopio, si no me gusta la realidad le doy unas cuantas vueltas hasta encontrar una combinación más atractiva, y aunque en parte sea una imagen distorsionada, prefiero la fuerza de algunos ciegos a la tristeza de los resignados.

Y hoy, agradezco unas vacaciones en la tierra, volver a ser canica aunque sea por unas pocas semanas, para respirar el aire que me hará volar de nuevo.