1 de enero de 2011

Un hombre cogía cada día el autobús para ir al trabajo.

Una parada después, una anciana subía y se sentaba al lado de la ventana.

La anciana abría una bolsa y durante todo el trayecto, iba tirando algo por la ventana.

Siempre hacía lo mismo y un día, intrigado, el hombre le preguntó qué era lo que tiraba por la ventana.

- "Son semillas" -dijo la anciana.

- "¿Semillas?, ¿semillas de qué?"

- "De flores. Es que miro afuera y está todo tan vacio... Me gustaría viajar viendo flores durante todo el camino. ¿Verdad que sería bonito?"

- "Pero las semillas caen encima del asfalto, las aplastan los coches, se las comen los pájaros... ¿cree que sus semillas germinarán al lado del camino?"

- "Seguro que sí. Aunque algunas se pierdan, otras acabarán en la cuneta y, con el tiempo, brotarán."

- "Pero... tardarán en crecer, necesitan agua..."

- "Yo hago lo que puedo hacer. ¡Ya vendrán los días de lluvia!"

La anciana siguió con su trabajo... y el hombre bajó del autobús para ir a trabajar, pensando que ella había perdido un poco la cabeza.

Unos meses después... yendo al tabajo, el hombre, al mirar por la ventana, vio todo el camino lleno de flores.

¡Todo lo que veía era un colorido y florido paisaje!

Se acordó de la anciana, pero hacía días que no la había visto. Preguntó al conductor:

- "¿La anciana de las semillas?"

-"Pues... ya hace un mes que murió."

El hombre volvió a su asiento y siguió mirando el paisaje.

- "Las flores han brotado, -se dijo, pero ¿de qué le ha servido su trabajo? No ha podido ver su obra."

De repente, oyó la risa de un niño pequeño. Una niña señalaba entusiasmada las flores...

- "¡Mira papá! ¡Mira cuantas flores!


La anciana de esta historia había hecho su trabajo, y dejó su herencia a todos los que le pudieran recibir, a todos los que pudieran contemplarla y ser más felices.

5 comentarios:

Antonieta dijo...

Me quedo con la anciana y con los que van por la vida con esta filosofía. El resto es gente con energía negativa, por tanto cuanto más lejos mejor... los marcianos en Marte...

Anónimo dijo...

Bello relato, de aquí podmos sacar que hay que vivir con positivismo, con energía, con ganas, aunque perdamos por el camino, siempre quedará lo que hagamos con amor.
Besos

TAMINT dijo...

simplemente bello y encantador!!!! Poco a poco estas viendo las semillas ke te dejó!!!!! Besos enormes

SERGI dijo...

Para recoger primero hay que sembrar, y sembrando se disfruta muchísimo, lo peor es que tan poca gente se dedique a ello, lo mejor es que los que lo hacen siempre se encuentran

Amina dijo...

Saps? Aquesta història te la volia explicar quan t'enviava els contes, però vaig creure que en aquell moment en necessitaves d'altres.
Jo la vaig conèixer en un curs de profes i hi ha un pw fet amb una musiqueta molt maca. Te l'envio al correu perquè és molt maco, tot i que al principi i al final, sobretot al final, hi ha una parrafada per animar als docents!
Per cert, tu també llences milers de llavors!