2 de febrero de 2010

Tiene sentido?



Advertencia: en este post hay palabras soeces.

Esto de tener cinco sentidos es una auténtica putada. Porque digo yo...¿porqué tenemos oídos? Si bien es cierto que a veces las palabras entran por ellos de una manera ordenada, divertida, consoladora, agradable, otras son capaces de amargarnos totalmente el día. Así que para mis orejas pido puertas, a poder ser con mando a distancia porque así se nota menos que las cierro, por aquello de la diplomacia.

Luego está la vista, que déu n’hi do lo que hay que ver. Desde luego todo lo que entra por los sentidos crea efectos secundarios en el interior de uno mismo y puede llegar a ser un total desastre natural y encima dejarte secuelas crónicas, por lo tanto no me queda más remedio que pedir a aquel o aquello que se le ha ocurrido el maravilloso invento de construir así el cuerpo humano que por favor, me ponga visión nocturna o bien con efecto de verlos a todos desnudos aunque claro...no se si esa sería la solución tampoco, por lo menos me reiría un buen rato de ver lo cuelga y lo que no. Además sabría que cerebros están huecos, lo cual es una ventaja para no perder el tiempo. Lo que no pido para nada es una visión en 3D porque el impacto puede ser mortal.

El tacto, por suerte, no es uno de mis sentidos más trabajados para con los demás. Ir con tacto sí, pero no “el tocar” aunque “tocar lo que no suena” también lo practico a menudo, cuestiones de supervivencia en la jungla. Aquí voy a hacer un poco de referencia a mi última adquisición milagrosa para el rejuvenecimiento facial “Aceite de Argán” que parece ser que te deja la cara como el culito de un ángel, aunque siempre estamos en lo mismo, si mis ojos ven barbaridades y por mis oídos se cuelan troyanos, ni cien litros de este aceite vertido del mismísimo Santo Grial, tienen efecto. Por lo menos desde que me lo pongo mis noches son distintas, huelo a aceite de oliva y sintiéndome ensalada me duermo. Pido tener la opción de que todo lo que toque lo pueda convertir en aquello que se me antoje.

El olfato, tal vez me inclino a decir que éste es el más agradecido porque puedes hacer cosas para evitar temas desagradables y en invierno es más fácil ya que el resfriado hace una buena parte de la faena. Lo malo viene cuando estás todo el rato oliendo a gato encerrado, aquí ya la hemos cagado, porque el cerebro va a mil por hora, y de nuevo el aceite de Argán no funciona. Como efecto secundario por excelencia el oler a gato encerrado te lleva a la psicosis y ésta a ver cosas donde no las hay, siempre en juego los sentidos, por eso no deberían existir. Y para aquí me pido una nariz de payaso, por lo menos provocaré alguna que otra sonrisa.

Además todos ellos son unos chivatos porque se lo cascan directamente al cerebro y claro, así está el pobre, ¿porqué sino su forma es así de escabrosa?

El gusto!! Sí señor...mucho gusto en conocerle...nice to meet you!! puaaah paparruchas!!, te están dando siempre a beber alcohol de garrafón (espiritualmente hablando) y luego te dan de comer caca de perro que no latitas que hay algunas que tienen una pinta ... Sí, desde luego y hasta donde he llegado en mi vida no hay tantas personas que haya dado gusto conocerlas, y aquellas que he conocido y he catado (es un decir también) dejándome buen sabor de boca las conservo bien conservadas en mi privada y exclusiva selección Gourmet. Para gustos disgustos por eso pido un paladar de caramelo, por aquello de que a nadie le amarga un dulce y ya que hay que estar todo el día dándole que te pego a la lengua por lo menos tener un bonito recuerdo.

Aunque pensándolo rematadamente bien conozco a personas que no disponen de sus cinco sentidos porque

No ven una mierda de lo que pasa a su alrededor
Lo que escuchan les sale por un oído y les entra por el otro
No huelen los problemas ni aunque los tengan a dos milímetros de la nariz
Tiene el gusto en el culo
Y tienen manos eróticas, ya que todo lo que tocan lo joden

De todos modos, sabiendo todos lo mismo ,que hay cosas que es mejor no tocar, no oir, no sentir, no hacemos nada por ello y es que hay situaciones, cosas o personas que tienen un pegamento especial y por eso no se pueden tirar a la papelera. El sentido no es encontrarle el sentido a las cosas sino saber encontrar el disolvente adecuado.

4 comentarios:

Sònia... no tan fiera... dijo...

Uffffffffff

SERGI dijo...

Simplemente, Joder que bueno!!!

Chayo dijo...

Preséntate a Presidentaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa...por favor!!!!!

Quiero un cartel con tu carita de
ensaladaaaaaaaaaaa y que ponga "vóteme"!!!!

Yo quiero un blog así, por favor, para escupir todo lo que..a veces..tengo dentro...y me da miedo sacar porque creo que voy a asustar a la gente....

Me gustas, hala y ahora a fumarme una cachimba a tu salud!!!

(Jo que estado boba y amargada todo el día y tú disertando y dándole tanto a los sentidos...ummmmmm...lo siento)

Escarlata dijo...

My lady, pedazo de post que has escrito, así tan fácil! Es para encuadernarlo, de verdad. Yo creo que los sentidos no tienen la culpa, es el cerebro que es un marujilla el que al final lo lía todo, así que a veces mejor no hacerle caso...