14 de febrero de 2010

Invictus

Ayer la fui a ver, y me quedo con tres cosas:

- la figura de Mandela, un hombre excepcional, que a pesar de sus 27 años en la cárcel, fue capaz a su salida de tender la mano a quienes lo encerraron y de intentar unificar por todos los medios (políticos o deportivos) a un país completamente segregado. Probablemente ese sueño no se alcanzará nunca, pero el que alguien dedique su vida a intentarlo te hace darte cuenta de que hay personas que están tocadas por una varita especial.

- el poema “Invictus” de William Ernest Henley, del que Mandela sacaba fuerzas durante su encierro, y que es como una espada contra la tristeza:

Más allá de la noche que me cubre

negra como el abismo insondable,

doy gracias a los dioses que pudieran existir

por mi alma invicta.

En las azarosas garras de las circunstancias

nunca me he lamentado ni he pestañeado.

Sometido a los golpes del destino

mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.

Más allá de este lugar de cólera y lágrimas

donde yace el Horror de la Sombra,

la amenaza de los añosme encuentra,

y me encontrará, sin miedo.

No importa cuán estrecho sea el portal,

cuán cargada de castigos la sentencia,

soy el amo de mi destino:

soy el capitán de mi alma.


- Y la canción “Shosholoza”, del folklore de Sudáfrica, que se convirtió en un himno de superación y de confianza.

Me apuesto unas cervezas con quién sea capaz de escucharla a todo volumen, y asegurarme que no se ha movido al ritmo de la música, o no ha sentido que en algún momento el corazón estaba a punto de explotarle.

8 comentarios:

Naida dijo...

Que tema más ...complicado, yo estoy segura de que no estoy tocada por ninguna varita especial...no se si ver la peli porque seguro que me pongo de muy mala leche pero...la canción sí tienes razón e imagino que si va asociada a las imagenes de la película es mejor aún.

El perdón...no se yo...

pr3sto dijo...

Yo la fuí a ver el día de su estreno y me encanto.

Ya había leído algo sobre la vida de Mandela, pero ciertamente lo que mas me impresionó es lo primero que has mencionado: el perdón sobre los que le sometieron. Esa capacidad de perdón no está al alcance de cualquier hombre o mujer. Lo admiro profundamente

SERGI dijo...

Realmente el tipo es todo un personaje, es de esas personas que nacen con un claro perfil de lideres, y su vida les acaba llevando a un callejón donde ese perfil acaba saliendo a la luz y saben como explotarlo.
Lo que realmente creo que es inmenso y digno de elogio y hay que seguir en la medida de lo posible, es en la creencia en que el futuro y el alma de cada uno son propios y nada ni nadie puede manipularlos. Eso vale toda una vida

Chayo dijo...

Andaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!
No sabía yo que un trocito que me encanta formaba parte de ese poema!!!! Mil gracias por ponerlo!!!!

La peli....Habrá que verla....

Y él... ¡¡¡Increíble!!!

:))

Sònia... no tan fiera... dijo...

Yo la vi ayer y me estaba volviendo loca buscando el poema!! Así que con tu permiso, te lo cojo...

Por lo demás... la peli me enganchó desde el principio, pero es que con Mandela y Morgan Freeman tenía muchos números.. este es el después, tan digno!! yo no sé si sería capaz de perdonar.. y si queréis ver el antes, mirad "Grita Libertad".. ufff

Besos!!

Umoja dijo...

Aunque leo vuestro blog con frecuencia, hoy es la primera vez que escribo. Y lo hago porque vuestros comentarios me han tenido como una hora pensando en el perdón, en el amor, y en la capacidad de las personas de anteponer su amor a otras pasiones como el odio. Yo también admiro a Nelson Mandela, pero no sólo por su capacidad de perdonar, sino también por su amor a su tierra y a su gente, y por su inteligencia.
Después de leer vuestros comentarios me preguntaba cuándo perdonó Mandela, ¿perdonó mientras estaba en prisión? Quizás, y fue eso lo que le impulsó a conocer más a los afrikáners, incluso a aprender su idioma. O quizás no; el maravilloso poema “Invictus” a mi personalmente no me transmite perdón.
Sea cuando fuera que perdonase, yo creo que el amor a su tierra y su inteligencia le ayudaron a perdonar. Mandela sabía que una venganza en los afrikáners hubiese desencadenado una emigración masiva de blancos, que eran los que en ese momento tenían la educación y el conocimiento necesarios para desarrollar su amado país. Sin ellos, Sudáfrica se hubiese podido convertir en otro Zimbawe. ¿Fue entonces el amor que le ayudó a perdonar y a convencer a millones y millones de personas en todo el mundo a que perdonasen?

Gracias a “los dioses que pudieran existir”, como escribe William Ernest Henley, por tocar con esa varita mágica a Nelson Mandela.

Escarlata dijo...

Bienvenid@ Umoja, y muchas gracias por tu reflexión, yo tampoco creo que el poema "Invictus" tenga que ver con el perdón, sino con la fuerza para enfrentarse a la adversidad sin doblegarse, un medio de sobrevivir. Lo del perdón sí que me parece aún más difícil...
A ver si te volvemos a leer por aquí!

Sònia... no tan fiera... dijo...

Mmmm yo tampoco creo que el poema tenga nada que ver con el perdón, sino con la fuerza para no rendirse, para superar toda la mierda que te caiga encima.. con la fuerza para que esa porquería no te contamine y te aleje de lo que quieres ser...

Sin esa fuerza para aguantar y no dejarte vencer por las circunstancias, seguramente estaríamos hablando de otro Mandela.. afortunadamente no se dejó vencer, ni envenenar, ni doblegar... no dejó que minaran su inteligencia y su manera de ser. Y eso sí que es digno de admirar... no todo el mundo lo consigue en el día a día con cosas más pequeñas, así que con todo lo que pasó él..

Bueno, es que a veces no hay palabras para expresarlo..