28 de enero de 2010

Como sabes cuando estás perdiendo el norte?


Últimamente estoy más para el psiqui que para acunarme en los brazos de Buda. Se me han ido al garete las percepciones. No se lo que veo, no atino con mi intuición y además estoy más desalineada que una impresora de 1940.
Puede ser que os preguntéis si en 1940 había impresoras igual que yo acabo de hacer ahora pues un momento...

Veis?? bruja de las raras...la primera impresora ...en 1938!! mieeeedo tengo mieeeedo!!!

El caso es que yo os quería hacer una pregunta ¿cuando se sabe que uno ha perdido la cabeza? Porque claro, para mí uno pierde la cabeza cuando muerde la mano que le coge y le hace andar por la vida o puedes saber que has perdido la cabeza cuando literalmente no la tienes sobre los hombros, pero sin embargo, para poner un ejemplo, hay un señor que cada día está por las mañanas donde tomo el café y es un hombre muy educado pero que siempre está cantando y un día tanto te contesta en francés como en inglés. Si bien es cierto que ya se ha bebido una volldamm puedo decir que conozco a más gente que no bebe y que es prácticamente igual. Lo que yo veo como una persona bohemia, harta de estar rodeada de estupidez , pero sumamente sabio, otros, la mayoría lo ven como una persona que ha perdido la cabeza.
Así que donde está el límite? y lo que es más importante...tengo que preocuparme por esto tal y como está todo porque ese buen hombre parece muy muy feliz....

23 de enero de 2010

Percepciones

En los últimos días estoy teniendo sueños muy extraños y percepciones que no sé cómo explicar. El viernes, por ejemplo, tuve un sueño en el que alguien cuya cara me era familiar me quería atacar con una navajita cortauñas. Esa misma mañana me lo encontré en el ascensor, pero no iba armado.

Justo antes de entrar en el trabajo, el mismo viernes, pensé en una persona a la que hacía mucho tiempo que no veía, y apareció también en el mismo ascensor, un piso antes que el asesino del cortauñas. Dos imágenes que se me habían cruzado por la imaginación en un corto espacio de tiempo, se juntaban ahora en un espacio real.

El miércoles por la noche, también había estado imaginando un "café reencuentro" que hacía tiempo que no sucedía, y por una serie de casualidades que no suelen ocurrir, el jueves por fin se hizo realidad.

Y ayer, lo más sorprendente, encontré por Internet sin saber bien cómo, un texto con unas palabras que había oído el día anterior y que en teoría no deberían de existir. Ya sé que lo más probable es que no me entendáis, pero tengo la sensación de que estoy emitiendo y captando energías que se quedan por el aire, palabras o deseos que aún no habían aterrizado, y llevándolos a tierra firme.

Resumiendo, que estoy mística y pienso que todos estamos conectados por la energía y que cosas que pensamos que no pueden salir de la imaginación o de una conversación se acaban escapando por algún hueco y abriendo las alas hacia lugares impensados.
Así que cuidado con lo que explicáis o imagináis…

19 de enero de 2010

Para que estamos??

Como no salga el sol pronto me da va a dar algo. Inconscientemente mis manos van abarcando y arrimando a mi cuerpo trocitos de comida, creo que voy directa a la hibernación y es que no es para menos. Entre el cielo plomizo y lo plomo que es la gente no me extraña que ande buscando un hueco donde refugiarme. Quien hubiese nacido avestruz para enterrar la cabeza en la tierra...aunque...no estaría inquieta por tener el culo tan al aire?

Preguntas sin respuesta, todo es un cúmulo de contradicciones, ni los refranes son ciertos ni hay nada que pueda cambiar la estupidez humana.

Hoy me sentía como una pieza de puzzle que no acaba de encajar en ningún sitio que no fuese una reproducción de un cuadro de Van Gogh. Ojalá estuviese aquí "Cris por la mañana" (Doctor en Alaska) y me deleitase con una de sus charlas.

Me voy en busca de una cueva que sea lo suficientemente grande para albergar a mis amigos, lo suficientemente aislada para que no penetren las tonterías dichas y lo suficientmente iluminada para que, por si sale el sol, deje de perder el tiempo.

15 de enero de 2010


A veces descubro cosas buenas en mí misma, detalles que me gustan. Rumbo a Laponia, en el avión, caí en la cuenta que me seguía fascinando verter el cacharrito de leche que te dan en el café, es mágico, parece que no haya casi nada dentro y cuando se mezcla con el vaso de café casi lleno hasta arriba sale un café con leche marrón como el de las cafeterías, aunque no tan bueno pero siempre me pregunto como algo tan pequeño puede hacer algo tan grande.

Desde luego hay miles da caminos para llegar al sitio deseado. Posiblemente ya lo hayamos puesto en algún post, pero cuando era pequeña intentaba entrar junto a Escarlata en el mural de la habitación que ella tenía, estábamos seguras de que si lo deseábamos con mucha fuerza lo haríamos. No fue posible en ese momento, ni tan siquiera con las galletas mágicas que nos comíamos antes, pero sin embargo, hace pocos años, ella estuvo allí de viaje. Otra cosa que me encanta es ver esas bolas de cristal de decoración que se dan la vuelta y hacen que nieve en el pueblecito en miniatura de dentro y este año he estado dentro de una de ellas, con la mejor compañía del mundo, como figuritas encima de un pastel lleno de nata y crema. Abracé a un reno y conocí a mi reno (no eran el mismo animal). Lo que no sabía ni me esperaba es que tanta felicidad me llevara a convertirme en Jackie Chan pero nunca se sabe cual es tu otro yo y no es que me alegre pero tampoco me importa, aunque me hubiese gustado ir hacia mariposa.

Todo no se puede tener en la vida porque, entre otras cosas, no hay tanto brazo que abarque pero estoy contenta porque creo que se me ha concedido el don de la buena tontería y de disfrutar de ella.

El alma de un elfo me atrapó en Rovaniemi aunque el chocolate caliente no fuera el que cocinarían en una cocina de gnomos, pero salté y bailé por sus calles en busca de Papá Noel y de otro reno que huyó de mí asustado. Quiero hablar sobre estos bellos animalitos pero lo haré en otro post que se está haciendo muy largo.

Y después de correr en trineo del 2009 al 2010, aquí me veo, ilusionada por otras cosas y con otros deseos, como tener un juego de esos de Química para hacer mis mezclas, todo porque me estoy leyendo “Flavia de los extraños talentos” y me transporta tanto que me cambia, es un buen libro y lo que es mejor, quien me habría dicho que a lo mejor este año me da por crear ungüentos mágicos o galletitas con veneno para mis compañeros de trabajo, jijiji, me encanta cambiar de esta manera, subir, bajar, ir hacia la izquierda o caminar con las manos.

A veces, me gusto a mí misma.

10 de enero de 2010

El viaje blanco

Ya hemos vuelto de Laponia, de pasar 6 días sin ver el sol, a unas temperaturas que llegaron a los -35 grados, con un frío que hacía que se te congelaran las manos si se te ocurría quitarte en algún momento los guantes, y los pies, a pesar de llevar tres pares de calcetines.

Cumplí mi deseo de ir en un trineo de perros en medio de bosques blancos, de coger a un cachorro de husky (que pesaba más él solo que todos sus hermanos). Naida también cumplió su sueño, aunque eso se lo dejo a ella…

Nos hundíamos en la nieve hasta la cintura, entrábamos en calor con los momentos Kümmerling de cada noche, paseábamos sobre lagos helados invocando a la aurora boreal.
La tal aurora no sé dejó ver, pero aunque suene a consuelo, las cosas difíciles de conseguir se valoran mucho más y sé que algún día la veremos. En Laponia, o en cualquier otro lugar sobre el círculo polar ártico. No hace ni una semana que hemos vuelto y mañana mismo volvería a poner destino a la nieve.

Lo mejor de los viajes son las anécdotas que se te quedan grabadas, los paisajes que no olvidarás, y los amigos con los que compartiste un montón de risas. Espero que Jackie Chan nos alumbre desde el cielo nocturno para que emprendamos más viajes buscando las luces del norte…