31 de diciembre de 2009

Tanto si quieres como si no...

Tanto para unas como para otros, para los que esperan como para los que ya lo tienen todo, para los que lo leerán como para los que no tienen tiempo ni de mirar, para las que están en Laponia viviendo su sueño, las que están en Bilbao, los de Barcelona, las del resto de España, como las que están al otro lado del "charco" o simplemente en otra galaxia, tanto si quieres como si no...

F E L I Z 2 0 1 0 ! ! !

27 de diciembre de 2009

Hacia Laponiaaaa!!!!

Preparados para cortar el círculo polar ártico y aterrizar en toneladas de nieve. A meterse en el paisaje de breves horas de luz, de noches blancas y bosques helados.

A entrar en calor con los momentos kuemmerling y los orujos de hierba, a correr con huskis de ojos Paul Newman y abrazar renos como Rudolf, y Spencer (su hermano bastardo).

Quién sabe si nos estará esperando algún pez bajo el hielo, o Santa Claus en la sauna, o si la aurora boreal querrá trasladarse para siempre a nuestro álbum de recuerdos.

Un 2010 que va a empezar en un lugar tan especial y con tan buena companía, seguro que ayuda a que su magia se reparta por todo el año.

Y sobre todo… ¡¡a reírse mucho!!

25 de diciembre de 2009

Feliz Navidad, muñecas...

22 de diciembre de 2009

Ya se acaba...


Una cinta transportadora me está llevando a velocidad de vértigo hacia el final de este año. Me pilla además pasando una de las páginas del libro de mi vida, el de la tristeza y desasosiego por cosas y personas que no merecen la pena.

Y me encuentro con una nueva página en blanco donde escribir, estoy ilusionada, en parte porque sé que me he trabajado a mí misma y que lo estoy logrando. Una gran parte también viene de las personas que me rodean, en realidad de las que me he buscado para que me rodeen, tan diferentes entre ellas y todas aportando magia a mi vida.

Me siento caballo desbocado, siento que me tengo que desmelenar, o saltar, o chillar o bailar sin pensar en si lo hago bien o mal, quiero ser teatrera, quiero ser mimo.

Tenia que haber cazado todas las risas de este año y habérmelas puesto en el mp3 para, este fin de año, en un sitio muy especial, volver a oírlas antes de decirles ...adiós...y dar la bienvenida a las nuevas que estoy segura de que va a haber y muchas.

18 de diciembre de 2009

Noche de versos y luceros

Hoy es una noche en que la gente sale de cena, pero a mí me toca quedarme en casa… porque estoy muuuy cansada, ¡pero muuuy contenta!

Subo el volumen de la canción, me dan ganas de bailar y me imagino que estoy en esa noche de versos y luceros, y que me regalarán en un beso la luna.

Otra vez será... Hoy me iré a dormir tranquila y contenta, que ya es mucho.

10 de diciembre de 2009

Engranajes

Como el ocho en una caja de números, entre el siete y el nueve, el ocho es un infinito que se ha puesto de pie porque nadie conseguía alcanzarle. Estando estirado, cuando nadie lo veía, parecía un punto lejano, pero al levantarse y reclamar sus derechos un infinito se transforma en un simple número que no llega a la decena.

A veces uno se imagina los números con un color determinado, y con un aspecto definido. Igual que la gente sueña en colores o en blanco y negro, y que las palabras se asocian a imágenes. Como cuando una botella de champán se descorcha, me gustaría montarme en su tapón y engancharme en el ojo de la luna. Me gustan las burbujas de cava, que corren como perlas y te vuelven un poco loca. Como las cocas de San Juan, como los agujeros negros donde todo empieza y acaba o como la teoría de los puntos y los universos paralelos, donde todo lo que estaba previsto que sucediera, sucederá en un universo u otro. Aunque si uno sólo tiene conciencia de un universo, ¿cómo sabe que en otro paralelo está pasando lo que no ha podido conseguir que sucediera en el presente?

El mundo está lleno de casualidades y me imagino que somos unos engranajes, de cristal de colores, girando por muchas partes a la vez, que de vez en cuando enganchan con otros engranajes del mismo color y la misma forma, pero que la mayoría de veces siguen girando libres, brillantes y desamparados.



9 de diciembre de 2009

Sin misterios que resolver

Estoy subida en mi barco, se quedó encallado, aquí, en el banco de sal. Tengo mi instrumento de ver oxidado pero aún funciona y consigo encontrar a lo lejos, a través de sus cristales, empanadilla rusa y flores rebozadas. Nunca me han gustado este tipo de flores porque son de las que no te regalan belleza. Girando mi instrumento veo también una mesa de oficina, donde hay un chico con gafas y pelo rojo como peinado por el viento hacia la derecha, tiene mejillas sonrosadas y cara de oliva. Me mira con ojos diminutos, tal vez sea ese del comic que llevaba un perro blanco. Yo solo quiero hacer algo mas interesante que mirar y descubrir tengo ganas de jugar, de coger una silla y girar con ella, irle dando a las cosas que me encuentre y que tintineen a un compás loco de aquella manera los pelos se levantarían y los perros bailarían flamenco, del acompasado y de aquel en el que después de dar un pequeño saltito, los pies se cruzan quedando como una X, así sería un misterio para mi y tendría algo que hacer porque estoy cansada de adivinar aspectos que no me tocan, yo solo debería tener ovillos de lana para enredarme en ellos.

7 de diciembre de 2009

De paseo por el muelle

Un hombre que pasea al lado del puerto, es de noche y a lo lejos brilla una luz, bajo la niebla. Parece una linterna que se mueve formando figuras extrañas. De repente, una inicial, la I de Isabel se desliza de un lado a otro. Isabel, su mujer que murió hacía diez años cuando salió a pasear por el puerto en una noche de neblina.

Se acerca al muelle y sale disparado, porque es un muelle y los muelles sirven para eso, te hacen saltar y revolcarte, como en una cama elástica.
¿Por qué no ponen camas elásticas en las casas? Porque el techo se llenaría de cabezazos.
¿Hasta dónde se puede estirar un chicle sin hacerle daño? Echo de menos aquellos chicles llenos de azúcar, que hacían unas burbujas enormes, y sabían tanto a fresa que se te ponía la cara roja y las abejas te intentaban polinizar.
El polen, como las margaritas, es indeciso y el polen dicen que es muy bueno para la salud. Tres bolitas de polen y tres años más de vida, como diría un viejo budista. Lo amarillo, no lo pillo. Amarillo como los pollitos de la granja que cuando los pisa el granjero se quedan sin huevos. Las gallinas felices y ya no sé qué más escribir porque el reloj me está controlando. Me mira desde la esquina del ordenador y no me deja liberarme.

Volveré al muelle donde murió Isabel, y aquel señor que paseaba y que no se atrevió a acercarse a la linterna, por miedo a que su mujer no estuviera muerta, sino fumando un puro enorme, de parranda…

Escritura creativa

Hace un par de años, en unos estudios de Guión que cursé, una de nuestros “deberes” era dejarnos llevar por la escritura creativa… Teníamos que escribir siempre a la misma hora antes de desayunar o de irnos a dormir, durante 5 minutos… y escribir… sin pensar en lo que escribes, sin corregir ni releer antes de que hayan pasado los cinco minutos.

Hay que escribir lo que uno imagina, sin censura, sin parar, dejando que el pensamiento creativo nos arrastre, sin controlarnos…

Así que allá voy… Se me había olvidado que el blog también puede servir de diario, y seguramente sin pensar lo que digo, diré todo lo que pienso, aunque ni yo misma lo sepa, y aunque no tenga ningún sentido… La idea es que la creatividad sólo es pura cuando es libre.

Voy a poner en marcha el cronómetro, a ver lo que sale y a ver qué título le pongo…
¿Alguien más se anima? ¡Y no vale hacer trampa!

5 de diciembre de 2009

Rock Garden

Aquí va otro vídeo que demuestra lo que podemos llegar a hacer.

Nek Chand, un hombre de la india que fué recogiendo residuos y él sólo hizo este parque, increíble.



Sigo pensando que el mundo puede cambiar...

Wikipedia

1 de diciembre de 2009

Y a pesar de todo

Aún tengo ganas de poneros este vídeo



Pa que veáis lo que puede hacer la gente cuando se une... que lástima que no se utilicen estas tácticas siempre...

Ahhh que este vídeo me lo enseñó Sònia!