10 de noviembre de 2008

Treintaytantos

Hace 20 años (que han pasado volando), daban una serie que me gustaba mucho… Se llamaba “Treintaytantos” y explicaba la vida de un grupo de treintañeros, cada uno con su situación particular: el matrimonio casi perfecto, el infiel, la engañada, la exigente cerebral que no encuentra el amor, la romántica alocada que lo busca sin éxito, el bohemio enamoradizo, y además, los problemas del trabajo, de las relaciones, de los hijos… , mezclado con la amistad y las risas y lágrimas compartidas.

Desde mis 15 años me preguntaba si cuando llegara a los treinta mi vida ser parecería a aquello…. y bueno, quizás no tengo una trabajo tan glamuroso, ni una casa con jardín, ni hijos…, pero me reconozco (y a mis amigos treintañeros también) en muchas de las historias que allí se explicaban.

Cuando oigo la canción de inicio me doy cuenta de lo rápido que ha ido todo, y es que ahora somos nosotras las de los treintaytantos…

Espero que de aquí a 30 años pueda explicar lo mismo, pero sobre “Las chicas de oro”...

6 comentarios:

Santaquilla dijo...

Quien es "el infiel"? Y"la enganyada"?

Cuenta, cuenta...

Naida dijo...

Yo me acuerdo que estaba loca por llevar el mismo peinado que la fotógrafa.. ahora no lo haría ¿porque también nos cambia el gusto con los años?

Montse dijo...

Me encantaba la serie aunque en aquel momento yo estaba en edad parecida a ellos.

Me chiflaba el rubio, el que le tiraba los tejos a la fotógrafa y que no recuerdo que hacía.

En cambio me parecía un poco irreal la situación de trabajo de los dos socios. No hay relación que dure cuando uno "da el callo" bastante más que el otro.

Ainsssssss que recuerdos!!!!

Besitos encanto

momo dijo...

Yo cuando veía la serie, me parecían todos tan mayores.. que pensaba que nunca llegaría a esa edad y fíjate ahora donde estamos!

Escarlata dijo...

A mí me gustaba el moreno, Ken Olin, que hombre más guapo...
Santaquilla, el infiel era el pelirrojo y la engañada su mujer.

Turuleta dijo...

Qué recuerdos! me encantaba esa serie... mi madre y yo estábamos enganchadas, y a las 2 , como a Escarlata nos parecía guapísimo el moreno. Y pensaba, seré como ellos con treinta y tantos...?