30 de noviembre de 2008

Nada es lo que era


Menuda frase más lógica supongo. En realidad pretendo protestar por este ambiente navideño que es bastante ínfimo. Hoy tenía planeada una tarde de aquellas con caliu. Comedia romántica, siesta babosa y paseo por la Rambla de Gavá en busca del olor de invierno y de las castañas de cada año. He de reconocer que se han lucido con los adornos luminosos, son muy bonitos, pero el tema ahí se queda ya que en el puesto de la castañera de siempre hay uno de patatas fritas, las heladerías están abiertas y tienen terraza fuera (ni en Andorra) y no hay ni un alma por la calle. Claro, hace frío y la gente se resguarda en sus hogares, tal vez sea yo la única que se lanza a buscar el espíritu de la Navidad un domingo por la tarde, pero el caso es que he llegado a casa un poco desanimada y encima con el peso de conciencia de haberme metido entre pecho y espalda un brioche relleno de nata, así nunca voy a sentirme bien conmigo misma...Y además me ha parecido oir (espero que estuviese soñando) que el año que viene habrá restricción de luces navideñas en las calles de Barcelona! Adonde vamos a llegar...

1 comentarios:

Escarlata dijo...

No pierdas la esperanza, en dos semanas tal día como hoy, recuperarás el espíritu navideño!