14 de noviembre de 2008

¿Amazona o Cenicienta?


En el reino de los príncipes azules completamente ciegos, parece que es mejor ser cenicienta que amazona.

Quizás me pase a la táctica de lamentarme por perder un ridículo zapato de cristal.

Algunos miopes lo valoran más que a las mujeres guerreras… aunque éstas vayan descalzas de ambos pies, y peor aún, sangrando…




5 comentarios:

Naida dijo...

Mil veces amazona que cenicienta. Las amazonas se comen el pollo con las manos disfrutando de su sabor y regalimando por las comisuras, mientras las cenicientas se dedican a secar sus lágrimas de cocodrilo con pañuelitos bordados. Una amazona es una guerrera y ahí no hay color, amazonas hay pocas, cenicientas muchas puesto que...es lo más fácil y lo más cobarde! Si los príncipes son miopes es mejor lanzarles una flecha y ya sabemos donde que... tienen el agujero hecho. De cenicienta a amazona difícil pero sí, de amazona a cenicienta...nunca lo permitas, no disfrutarás en sus banquetes de ollas soperas y cacitas que hablan y cantan...disfrutarás más chocando grandes jarras de cerveza al calor de una hoguera. Además yo no te dejaría hacer la transformación, lo siento...aunque a veces parezca un buen plan!

Naida dijo...

Perdón "cacitas" no, tacitas!

Sònia... no tan fiera... dijo...

Ufff que palo ser cenicienta... prefiero mil veces amazona a pesar de todo lo que conlleva!!! Porque los príncipes no están muy por la labor... pero para cargar toda la vida con un prícipe atontado prefiero vivir como amazona solitaria...

SERGI dijo...

Por favor si un hombre prefiere a una cenicienta en lugar de una amazona, sólo tiene una explicación, o aún le traen el vaso de leche calentita a la cama o jamás ha conocido a una amazona

momo dijo...

Amazona, por supuesto!
Lo único que tenemos que hacer las Amazonas es acabar con la sensación de que necesitamos un príncipe azul y menos ciego o miope. Lo que tendríamos que valorar es un guerrero que nos respalde en nuestras luchas y nosotras en las suyas. Revolcarnos de la risa por los suelos o escuchándonos de tú a tú cuando haga falta.
Además un principe azul siempre estaría pendiente de si se mancha su traje o si se despeina y eso es.. patético.